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sábado, 29 de enero de 2011

Bodas de oro del reloj "flamenco" (El reloj de Las Tendillas)

El alcalde Antonio Cruz Conde inauguró el 29 de enero de 1961 el reloj de Las Tendillas. Una maquinaria exacta que se ha convertido en el emblema de la ciudad. Hoy se cumplen 50 años de su puesta en hora. Su salud es de acero


por G. García-Vaquero y D. Delgado / ABC-Córdoba


El reloj de Las Tendillas celebra hoy (29 de enero de 2011) sus bodas de oro. A las 12 horas del mediodía del año 1961 los colegios del Centro, como La Trinidad, dejaron que los niños salieran una hora antes de clase para asistir a todo un acontecimiento: la inauguración por parte del alcalde Antonio Cruz Conde de la flamante esfera horaria, con la voz radiofónica de Matías Prats y patrocinado por Philips, bajo el lema:«Mejor no lo hay». 
                                     
Esa mañana la expectación era máxima y no cabía un alfiler en la plaza del Gran Capitán. En el libro «Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública», obra del historiador Juan José Primo Jurado, se hace referencia al reloj, en una ocasión en la que Franco estuvo en la ciudad. «La visita oficial de Su Excelencia fue en mayo de 1961. Se detuvo, pernoctando en Córdoba e interesándose por nuestros problemas», recuerda Cruz Conde.
La recepción se hizo en la plaza de Las Tendillas, abarrotada de público. Como curiosidad el alcalde de la época apuntaba a que unos meses antes, el 29 de enero de 1961, se había inaugurado el reloj de dicha plaza, promovido por la marca Philips y que daba las horas con compases flamencos y rasgueos de guitarra española. A mediodía y a las cinco de la tarde, después de sonar los acordes, la voz del locutor Matías Prats lanzaba el mensaje publicitario: «¡Mejores no hay!».
Pero todo comenzó a gestarse cuatro años antes, cuando el viejo reloj situado en el torreón del edificio en la confluencia de las calles Jesús María y la calle Málaga comenzó a dar problemas. Solo estuvo unas décadas funcionando (1929-1945) y era todo un símbolo para los cordobeses, que en los años 30 celebraban la entrada del Año Nuevo al ritmo de sus campanadas. De hecho se inauguró por parte de la relojería Tienda en la Nochevieja del año 29, con el reparto de 4.000 bolsas con las 12 uvas.
Hasta el año 45, este viejo dispositivo estuvo iluminado, pero pronto su maquinaria se agotó y el coste de su reparación por la casa Blasco Boch de Roquetas (Tarragona) ascendía a 37.057 pesetas.
Esta información se recoge en las Actas Capitulares de la época, facilitadas a ABC por Juan Galán de su archivo personal. De este modo aparece recogido que el 7 de febrero de 1958, «vistas las dificultades con la propiedad del reloj, se para el expediente de reparación hasta que se resuelvan las dificultades». No sería hasta dos años más tarde cuando el propietario, Miguel Pérez Muñoz, como dueño de las dos casas que hay en Las Tendillas entre la calle Málaga y Gondomar, pidió al Ayuntamiento permiso para igualar los dos edificios en altura, para mejor ornato de la plaza y cedió gratuitamente el terreno y acceso para la instalación de un reloj de torre, con la única condición de que «no hiciera ruido de noche».

En Gondomar, 1
El Consistorio aceptó la propuesta de este vecino de Las Tendillas y eligió la zona elevada, esquina con Gondomar, para colocarlo. Fue el 13 de junio de 1960 cuando el jefe del departamento de propaganda de Philips Iberia SAE, Antonio Manzanares, cedió al Ayuntamiento el reloj de torre con carrión electrónico equipado con dispositivos de la casa Philips con esfera luminosa accionada por reloj sideral.
La novedad y singularidad de esta maquinaria era que las horas y las medias serían toques de guitarra, más concretamente, por soleá y seguirillas. La factura de la colocación del reloj ascendió a 41.273 pesetas, mientras que la construcción de la torre propiamente dicha incrementó la factura otras 103.850 pesetas.
El gran día fue el 29 de enero de 1961, cuando por primera vez los acordes de la guitarra flamenca de Juan Serrano sonaron cada cuartos y cada hora. Desde entonces, el reloj no ha dejado de funcionar.
El Ayuntamiento de Córdoba es el que se encarga en la actualidad de su gestión y mantenimiento. En palabras del delegado de Infraestructuras del Consistorio, Pedro García, «pese a tener medio siglo, goza de muy buena salud».
El tiempo en Las Tendillas no se ha parado desde su colocación en el año 61, reitera García. La maquinaria cedida por Philips sigue siendo la misma de antaño, aunque con una modificación que la enlazó a las nuevas tecnologías en el año 1988. Se trató de que fuera conectada vía satélite mediante CPU para mayor precisión, un retoque que fue revisado en el año 2000.
Desde entonces, se le incorporaron otras melodías, no solo la soleá de Juan Serrano, aunque de momento no se han estrenado. El reloj de las Tendillas es Patrimonio de la Ciudad de Córdoba, concluyó el delegado Pedro García.
Testigos de los primeros acordes
Cincuenta años después de que sonaran por primera vez los acordes de Juan Serrano en el reloj de Las Tendillas resulta complicado dar con la pista de los testigos de excepción de aquel momento. Algunos comerciantes de la zona, que por entonces ya regentaban sus negocios, retienen en su memoria detalles difusos sobre ese día. Tal es el caso de Mari, la propietaria del quiosco ubicado frente a la heladería La Flor de Levante, que tan solo recuerda que «había mucha gente, pero no puedo decirle nada más porque era muy jovencilla».
Sin embargo, hay moradores de la plaza, como Antonio Alarcón, que fue alcalde de la ciudad entre 1972 y 1979, que sí conserva imágenes más claras de aquel 29 de enero de 1961.
«Se concentraron muchos cordobeses para no perderse la inauguración; y, aunque ya se sabía, a todos sorprendió escuchar que las horas las marcaban compases flamencos; precisamente, por esa época presté una guitarra a Juan Serrano y siempre he pensado que, quizá, los acordes del reloj los tocó con el instrumento que le dejé, y que ahora tiene en su museo particular», relata.
Ese primer día «estuvo sonando hasta por la noche y hasta hubo vecinos que dijeron que aquello era ya demasiado».
Alarcón recuerda que «solía estropearse de vez en cuando porque como la melodía estaba grabada en una cinta de casete... Entonces, el técnico encargado tenía que subir a arreglarlo».
Sin embargo, asegura que toda Córdoba se sentía orgullosa de su reloj. «No había otro igual; después se crearon otros, como el de las Aguas Potables, que también daba las horas con música, o el de Cajasur. Pero ninguno ha llegado a igualar ni creo que llegue al de Las Tendillas».

La noticia en el ABC-Córdoba

lunes, 13 de diciembre de 2010

Un libro reúne las biografías de 550 cordobeses de todos los tiempos

Góngora
J. Cabrera / El Día de Córdoba

Para entrar en la historia de Córdoba no es necesario haber vivido varios siglos atrás. Por ejemplo está el caso de Marcos Augusto Dueñas, un cordobés que aún no ha cumplido los 40 años y cuya biografía es una de las que componen el libro 550 cordobeses ilustres. Grandes figuras y protagonistas de la historia de Córdoba que se presenta hoy, a las 20:30, en el Círculo de la Amistad.

Los autores de esta obra son Serafín Linares y los hermanos Francisco y Daniel Arenas, quien han recogido aquellas personas que sin haber nacido necesariamente en Córdoba han dejado en la ciudad su huella en el discurrir de los siglos. El libro, que cuenta con un prólogo de Ginés Liébana, será presentado por el abogado y académico Rafael Mir y en él figura Marco Augusto Dueñas como el primer escultor español que participa con una obra de grandes dimensiones en la decoración de la basílica de San Pedro en Roma.

Como el primero de los cordobeses aparece San Rafael, un espíritu puro que se apareció en 1578 al padre Andrés de las Roelas y que desde entonces es un protagonista más en la vida de la ciudad.

Los primeros cordobeses cuyos nombres aparecen en la historia fueron Arauricus y Phorcys, los caudillos del poblado turdetano que fue el germen de la Córdoba actual. Tras ellos, en el periodo romano, aparecen otras figuras más conocidas del gran público, como es el caso del pretor Claudio Marcelo, fundador de la ciudad.

Los autores reconocen que en esta relación, pese a ser extensa, "son todos los están, pero no están todos los que son". Esta circunstancia no evita que sean pocas las provincias españolas que puedan disponer de una nómina que supere el medio millar de referencias. Pero las condiciones editoriales son las que han marcado las dimensiones de una publicación para la que se podía contar con una relación que podría duplicar o triplicar la que finalmente ve la luz.

"La idea que nos movió a realizar este trabajo no era realizar un censo exhaustivo de personajes destacados, sino tan sólo plasmar un buen número de biografías pero siendo conscientes de que la lista no sería completa o cerrada, y de que seguro que nos dejaríamos a muchos protagonistas por el camino", explican.

Otra característica de este libro es que no todos los que salen en él han nacido en la provincia. Están los que no habiendo visto la primera luz aquí se consideran cordobeses de adopción por haber desarrollado buena parte de su vida, junto a los hijos de cordobeses que nacieron en otro lugar o los que simplemente tienen una biografía íntimamente ligada a Córdoba.

A lo largo de sus páginas desfilan personajes que, conocidos o desconocidos para el lector, van a suponer un espléndido catálogo de curiosidades en las que se demuestra el papel destacado que Córdoba ha jugado a lo largo de la historia. ¿Alguien sabe que el único hispano que aparece en la Biblia era cordobés? ¿O que en Espejo nació la mujer del emperador Antonino Pío?

La lectura de este libro sorprenderá al conocer que el primer peregrino conocido del Camino de Santiago era de Córdoba o que el primer instituto de belleza de España estuvo regentado por Ziryab en nuestras calles. O que el Gran Capitán fue el primer virrey de España o que Juan Latino fue el primer negro que cursó estudios universitarios en España en el siglo XVI.

Esta publicación de FD Studio Ediciones no deja atrás a los cordobeses conocidos por todos y que engrosan la nómina de pintores, toreros o escritores que forman parte del callejero de la ciudad y que, en caso de fortuna, cuentan con un monumento en algún rincón de la misma.

Tanto la Diputación Provincial como el Área de Cultura del Ayuntamiento han patrocinado esta edición que cuenta, además, con la colaboración de la Oficina de la Capitalidad Cultural 2016. Con este respaldo, la publicación nace, según sus autores, mirando al pasado, "pero también al presente y al futuro, porque "a lo largo de los siglos ha acumulado una larga historia, un vasto patrimonio histórico y artístico y ha aportado a la historia del mundo inmensas dosis de cultura y conocimientos de todo tipo".