jueves, 30 de junio de 2011

Discurso de la paradoja

El interés separatista de Bildu y su no condena de ETA contradicen la base del proyecto que gestionará, que debe representar a España en Europa


Desde la entrada de Bildu en las instituciones vascas hasta el mismo momento de la designación de la Capital Europea de la Cultura 2016 el pasado martes, el proyecto de San Sebastián ha estado salpimentado por la polémica y la contradicción que se derivan de las declaraciones y actitudes de la formación abertzale que finalmente gestionará los recursos de la próxima ciudad que va a representar a España —Estado al que Bildu no reconoce— en el resto de Europa.
Hasta gobernar el Ayuntamiento de San Sebastián, el ahora alcalde Juan Carlos Izagirre y su formación no han respaldado este proyecto de la ciudad con sus asistencia a los actos organizados con tal motivo, e incluso llegaron a calificarlo de estrategia de «marketing» político en favor del anterior regidor, Odón Elorza, y su partido, el PSOE vasco. Ni siquiera el pasado martes había previsto evento alguno en caso de que ganaran ni tampoco hubo después celebración en las calles.
En declaraciones recientes, el alcalde de Bildu apuntaba a la necesidad de «corregir» en los próximos años aquellos aspectos que no se habrían hecho correctamente por parte de su antecesor, aunque las normas de la Capitalidad impiden modificar el proyecto ganador.
Sobre esto ya advirtió ayer la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que recordó a Bildu que nadie puede modificar lo aprobado, cosa que debe evitar también a partir de ahora una comisión de seguimiento encargada de vigilar la puesta en marcha del dossier. La misma advertencia hizo el PSE. Sin embargo, y pese a sus sospechas, ambos respaldaron la decisión del jurado.
La falta de entendimiento y la tirantez entre Bildu y Elorza en este tema no se disimularon ni el mismo día de la presentación del proyecto ante la comisión encargada de evaluarlo. Poco antes de comenzar la presentación, Elorza consideraba que «Bildu tiene un camino que recorrer para conocer en qué consiste la convivencia de verdad y el respeto al conjunto de la ciudadanía» que son la base del proyecto que los abertzales deberán poner en funcionamiento.
Esto lo decía el ex regidor donostiarra con el emblema de las víctimas del terrorismo vascas, la flor «Siempreviva», en la solapa, que llevó durante la defensa conjunta que hizo después junto al alcalde actual, que vendió un proyecto de paz delante del comité aunque el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, de su mismo partido, comparó a las víctimas del terrorismo y a los presos de ETA cuya actividad violenta no condena Bildu. Incluso, algunas fuentes hablan de un enfrentamiento entre Elorza y el alcalde Izagirre ese día.
Aún así, el jurado volvió a valorar lo que ya había hecho en septiembre cuando San Sebastián pasó la primera prueba. En sus conclusiones, el comité hablaba de «la valentía de la ciudad por abordar un problema local grave como la violencia y el terrorismo y los exitosos esfuerzos de la propuesta para que los agentes europeos participen a la hora de superar esta situación en especial aquellos agentes comprometidos o con experiencia en la lucha en estos ámbitos». Otra de las contradicciones es la postura que el gobierno local de San Sebastián mantiene frente a España y sus símbolos, los mismos por los que ha merecido que el jurado le otorgue el título en calidad de ciudad española. En las últimas semanas, Bildu ha ordenado retirar el cuadro del Rey Don Juan Carlos que preside el Consistorio de San Sebastián, donde los Reyes ni los Príncipes, es decir, el Jefe del Estado y su familia, no serán bien recibidos puesto que «son seres» que no les representan, según Izagirre.
Como la Familia Real, la bandera de España tampoco cuenta con la consideración de Bildu. «No es nuestra bandera», dijo recientemente Izagirre, lo que hace pensar que tampoco será la que Europa había previsto.
POR J. P.
CÓRDOBA
ARTÍCULO DEL ABC

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